miércoles, 6 de junio de 2018

Confort


Cuando dejé mi vida cotidiana, la que te impone la sociedad como “correcta”, también dejé atrás la ciudad, la casa, la familia y terminé una relación de 12 años. Admito que con mi ex compartí los más bellos momentos en pareja, lo agradezco y sobre todas las cosas, lo más importante, gracias a esa relación nació Christina, mi hermosa hija. Cuando todo se derrumbó, sentí que la vida daba una vuelta en 360° y que fallaba en todos mis planes de vida que tenía por delante. Obviamente, primero pasé por un momento de introspección con alcohol, drogas y sexo. Claramente estaba pasando por una fuerte depresión. Mis proyectos, planes y sentimientos se fueron al carajo. Dejé Punta Arenas, mi amada ciudad y comencé a trabajar en turismo en mi otra amada ciudad, Puerto Natales y principalmente en el Parque Nacional Torres del Paine. Ahí conocí gente de todas partes del mundo y descubrí lo grande que éste es.

Luego, trabajando en turismo viajé y conocí muchos lugares de Chile y mientras más conocía, más me gustaba. Por eso decidí recorrer lo más posible de Chile y así llevo casi 6 años, aproximadamente, los siento, soy malo para las cuentas, números y fechas, pero más o menos eso.

He conocido la verdadera naturaleza en Patagonia rodeado por hermosas montañas, el frio de sus aguas de color turquesa en las lagunas y fiordos, la fauna exuberante y la hermosa vegetación, todo viviendo en total equilibrio en éste basto paisaje. Lo que más se extraña acá en el desierto.

También conocí los mitos y leyendas de un pueblo apartado del mundo real, la Isla Grande de Chiloé y sus islas pequeñas alrededor, con sus iglesias patrimoniales por millares, los palafitos, barcos y lanchas que se construyen artesanalmente, a la antigua. La abundancia que entrega el Océano Pacifico en mariscos y pescados, la gente esforzada de campo acostumbrada a la lluvia, el pastoreo y la pesca artesanal. Gente un poco esquiva al principio y extremo cariñosa una vez que ganas su confianza.

Recorrí todo el norte de Chile durante meses y descubrí que había cerros y montañas sin árboles, donde la roca de la montaña está al desnudo y los colores de sus minerales es lo único que parece que tuviera vida, en un paisaje tan seco que no existe casi la humedad en el aire. Pueblos fantasmas y cementerios abandonado, trenes y vías oxidadas que nos recuerdan una época de gloria en la minería. Cerca de la costa conocí playas y bahías hermosas donde se vive de la pesca y todo el mundo sabe nadar, surfear o solo disfrutar del mar, totalmente diferente a las frías aguas de la Patagonia donde no existe lago, laguna o mar, donde uno pueda disfrutar de estar sin sufrir de hipotermia.

Llegué hasta Arica, la ciudad más al norte de Chile, algo bastante simbólico para mí, un Patagón de la ciudad más al sur de Chile, Punta Arenas. Pude ver las tortugas pasar bajo las tablas de surf, los arrecifes y las rocas en la costa que parecen nevadas por los desechos de gaviotas, cormoranes y pingüinos. El antiguamente cotizado guano de las aves marinas, utilizado para fertilizar una Europa con suelos ya demasiado explotados. Así pudieron cultivar las semillas del café, caucho, palmas, frutas y verduras robadas de América. Igual que los minerales como el salitre, la plata, el oro, y otros tantos recursos que arrasaron con culturas, masacradas o dominadas por el maldito catolicismo. Así a punta de espada, escudos, armaduras, pólvora y esclavitud se enriqueció todo un continente, que se encuentra separado por kilómetros y kilómetros de mar.

Gracias a mi vida nómada, descubrí que el mundo por completo es nuestra casa en verdad, no sólo donde echamos raíces y construimos nuestra zona de confort, nuestro hogar. Todo el Planeta Tierra nos pertenece a todos nosotros, a toda la humanidad. También aprendí que somos todos iguales, no importa de dónde vengas, ni que idioma hables, ni que sexo o inclinación sexual tengas. Eres persona, eres único y a la vez parte de un todo.

Hay muchas historias de represión y dolor, de esfuerzo y superación. No solo en Chile y Latinoamérica. La historia de los países, de todas partes del mundo, están escritas con sangre, todos hemos sufrido guerras, hambre, catástrofes y desgracias. Como así también hemos tenido logros y triunfos. Es la condición humana la que nos lleva a superarnos y progresar, a veces pasando por encima del otro. Porque ser mejores significa que alguien no lo es. No se puede ser primero, sin un segundo y un tercero.

Sé que cada persona tiene su forma de vivir y hacer las cosas. Lo que me gustaría que todos entendiéramos, es que todos siempre tenemos opciones y puedes escapar de la realidad en la que te has metido. Salir de tu lugar de confort te ayuda a crecer y ver que hay algo diferente, para variar. Te ayuda a buscar el confort contigo mismo, no en las cosas materiales que te rodean. Ser feliz por ti mismo, no por lo que tienes. Lo material es material y sin importancia, busca aprender y crecer en lo espiritual, lo único que tendrás y llevarás contigo siempre. Muchos viven pendientes de la televisión, las redes sociales y atrapados por la tecnología. Les digo asómate por la ventana, que afuera hay todo un planeta por conocer, tú planeta.

MACC.

martes, 28 de octubre de 2014

Vergüenza Ajena

Muchas veces sentí vergüenza de ser chileno, al contarle a extranjeros lo básico que somos para pensar... o de como el chileno promedio se está convirtiendo mas en un gringo, copiando las formas de vivir y educar a los niños con la televisión... como nos convencen los medios de lo que es correcto y nos ocultan las cosas fundamentales... o de como vivimos pensando que otros son el problema y que para ganar no se usan los méritos propios, sino que atacamos y aplastamos a los potenciales competidores.

Muchas veces sentí vergüenza también de ver como la sociedad chilena no es capaz de alzar la voz para decir que algo está mal. Ya no tenemos líderes... la gente que está en el poder los calla y los somete poniéndole la pata encima o acoplándolos con un puesto en el poder, pero la verdad es que los manipulan y lo convierten en uno de ellos.

Muchas veces sentí vergüenza al ver la calidad de vida que tiene la gran mayoría de las personas, intentando adquirir lo que la sociedad les dice que necesitan, y se gastan lo que no tienen para ser parte de éste circulo vicioso... guardar las apariencias de que todo está bien, cuando en verdad lo esencial se descuida... la familia, la educación, el cariño, la lealtad, el amor... poco queda de eso en ésta sociedad.

Muchas veces sentí vergüenza al ver como nuestro gobierno se dedica a mostrar a otros países del mundo como se avanza en tecnología, en economía, en hospitales modernos... lamentablemente el hospital ese está lleno de doctores sin vocación que sólo estudiaron medicina para llenarse los bolsillos... o los políticos que a pesar de estar forrados en plata no tienen la vergüenza que a mi me da saber que nos están robando y viven en mansiones y ganan lo que podría alimentar a cien familias  de clase media o miles de clase baja.

Muchas veces sentí vergüenza al ver por la ventana de una casa tienen un televisor de plasma o LCD pero lo niños afuera en la calle juegan con sus zapatos rotos... y ver que cada uno de los flaites de la esquina textean en sus iPhones, SmartPhones o Blackberries... mientras otros tantos que haceos las cosas bien. sin lastimar ni pasar a llevar a otras personas, nos angustiamos porque no sabemos como vamos a sobrevivir al siguiente día.

Muchas veces sentí vergüenza al ver como todo el mundo está pendiente de la farándula cuando nuestros pueblos originarios indígenas son borrados del mapa y nadie parece interesarle... o cuando en la noticias muestran al nuevo hijo del príncipe nacido en cuna de oro, peor aún de países que sólo han hecho su riquezas gracias a la explotación de nuestros recursos naturales y humanos.

Muchas veces sentí vergüenza de los representantes de Chile en el extranjero, lanzas internacionales, futbolistas que no saben ni hablar correctamente, políticos que no tienen idea de la cultura del país que están visitando.

En fin son muchas las cosas que me indignan y me daban vergüenza, pensando que es una descripción de chileno, pero con la internacionalización que se vive en el mundo, la comunicación, las redes sociales y las noticias mundiales, me doy cuenta que no somos solamente los chilenos los que tenemos éstos problemas, es mas bien la condición humana la que desde tiempos antiguos siempre ha sido egoísta y manipulada por aquellos que tienen un poco de poder y ambicionan mas y mas.

Ahora no siento vergüenza de ser chileno, todo los contrario siento que somos fuertes porque hemos soportado bastantes abusos, explotación y para peor bastantes catástrofes naturales... somos gente feliz a pesar de tener un calidad de vida mediocre y vivir en ignorancia (la ignorancia es una virtud he escuchado por ahí).

Ahora mismo siento vergüenza de que seamos seres humanos, abusando de los animales, el planeta y sus recursos, de los que no consideramos nuestros pares e incluso nuestros pares cercanos.

viernes, 11 de julio de 2014

No tengo nada, pero no podría estar mejor

Mientras pasaron los años he vivido algunas experiencias que quizás en su momento no le di el menor significado. Ahora las quiero escribir para no olvidarlas…

Al llegar a Punta Arena desde Santiago recuerdo, cuando me echaban de la sala de clases por desordenado, haber visto desde los ventanales del Liceo de Hombre los cielos más hermosos en el amanecer con los colores dorados, naranjos, rosados y purpura de las nubes reflejados en el Estrecho de Magallanes.

También recuerdo después de alguna noche parranda, en más de una oportunidad, haber visto la luna salir de las aguas del Estrecho, naranja e inmensa como un sol, con el frío calándote los huesos a pesar de estar más abrigado que hijo único.

Una vez, hace unos 15 años quizás, salí de paseo con mi amigo Miguel y su padre, fuimos a la carretera entre Puerto Natales y la Cueva el Milodón, pero no pudimos llegar más allá porque no era temporada y estaba cerrada así que acampamos cerca del y como éramos muy pendejos solo llevamos un par cervezas en lata, las que tomamos con cuchara de té porque supuestamente así nos emborracharíamos, teoría que comprobamos no es realidad 100%. En la mañana quisimos subir un “cerrito”, pero se veía más pequeño de lo que realmente era, luego de subir como 3 horas entre cadillo, calafates y otros arbustos. Llegamos a la parte más alta del cerro, que tenía un precipicio bastante alto, al pararme en la orilla y mirar al hacia abajo noté que daba a un valle con un bosque y en medio un río en zigzag que terminaba en una pequeña cascada y de fondo en el horizonte las montañas nevadas a lo lejos. Ahí parado en una caída de muerte segura, con el viento pegándote en todo el cuerpo, erizándote los pelos y los cóndores volando debajo extendí los brazos y vi las preciosas nubes que sólo se dan en la Patagonia.

En el verano del 2003 creo, cuando vivía en Puerto Montt, trabajaba una feria artesanal del Mall Paseo Costanera y con mis amigos Juan, Daniel y David, de la tienda de tatuajes, fuimos a nadar a la playa cerca de Peyuco, cuando estábamos llegando a la playa se puso a llover, nos fumamos unos porros y entramos al agua de todas formas, con la lluvia rebotando en el agua.

Cuando fui a vivir a Puerto Natales para trabajar en el Hostal Lili Patagónico’s tuve la oportunidad de escalar en su Boulder y mejor aún escalar en la roca con Pepón, Nadia, Bastián, Vivi y José que solo leía y escuchaba música. También ese domingo que fuimos a la Laguna Sofía con ellos y Fanny que traía su Cachaza de Brasil, preparamos unos mojitos improvisados y tomamos todo el día siguiente mientras buscábamos una sombra para taparnos del fuerte sol o nadábamos en la laguna, me quemé tanto que la Sybi me tuvo que poner aloe vera en la espalda, gracias linda ^_^.

El Parque Nacional Torres del Paine y sus caminatas que a veces parecían interminables (escuchando Radiohead o Pink Floyd en los audífonos) con paisajes impresionantes llenos de arbustos, bosques, montañas, glaciares y lagos. Todo valía la pena al llegar a algún impresionante lugar como el Lago Grey con el impresionante Glaciar Grey de fondo. Ó estar en medio del Valle Francés con sus bosques que parecen escalar las montañas y ríos que descienden de ellas, rodeado en 360º de monumentales montañas de diversas formas y rocas, con glaciares y nieve en la punta o altos y grises que parece que tuvieran las nubes clavadas en las puntas, hacia el sur los lagos de color turquesa. En el camping de la Base de Las Torres meditar a la orilla del río escuchando la corriente del agua, el viento, las aves y la naturaleza en general, sintiendo la brisa que se cuela como la mano de tu pareja fría en la espalda y las aves que revolotean cerca cuando estas lo suficientemente quieto y en silencio que pareces parte del entorno. Ver el amanecer en el valle de Las Torres del Paine que toman esos colores naranjos que parecen pintadas, recuerdo haberme imaginado en ese momento lo fantástico que sería ahí un concierto de Los Jaivas, un lugar mágico de verdad.

Nunca olvidare, en el Fiordo de Ultima Esperanza, esos atardeceres en la playa de Puerto Natales, que nunca eran igual al del día anterior. Tampoco olvidaré cuando entre a las frías aguas del fiordo en pelota, en el sector de Cerro Ballena frente a la ciudad. Fue cómico porque entraba y entraba hasta unos 30 metros hacia adentro y el agua recién me llegaba a las rodillas, dejando todo mi trasero al aire. Lo mejor de todo fue la compañía de esos momentos especiales, Fanny que jamás pensé que encontraría alguien tan especial por esos lugares.

Para llegar a la casa de mi madre hay que cruzar el Estuario de Reloncaví en barcaza para llegar a La Posa, un lugar muy tranquilo donde pude trabajar ayudando a construir una lancha de 16 Ms. con Marcelo el vecino de mi mamá. Cociendo las tablas para doblarlas, prensándolas y clavándolas para ir tapando poco a poco los espacios vacíos. También fuimos al bosque para cortar árboles, y Marcelo que cargaba esos troncos de más de 300 Kg. que yo ni siquiera podía levantar, para sacar las cuadernas con la forma necesaria para la lancha. Esas tardes re clavando cada unas de las tablas con esos benditos clavos de cobre, me siento privilegiado por haber podido trabajar en un oficio tan tradicional e importante para esa zona de Chile.

Otro momento increíble que viví ahí en La Posa frente a la casa de mi madre, una noche de insomnio se me ocurrió salir a fumarme un cigarrillo. Estaba tan despejada y clara la noche que pude ver la luna y las estrellas reflejadas en una de las posas que se crean cuando baja la marea.

Recuerdo en Santiago como disfrutaba salir a pedalear, después de mucho tiempo de no montar una, ir a toda máquina entre la gente como un niño de 10 años en el Parque Quinta Normal con la sonrisa de oreja a oreja, ó pedalear en la ciudad de noche cuando no hay mucha gente en las calles con el piso húmedo reflejando las luces de la ciudad, o bajar a hecho un rayo sin frenar el Cerro San Cristóbal con el sol quemándote y la brisa refrescándote. También me encantaba dormir una siesta en la hamaca de Casa Roja, cerca de la piscina y ese patio que parece un oasis dentro de la desértica y calurosa ciudad de concreto.

Cuando estuve viviendo en Castro la capital de la Isla Grande de Chiloé, también viví momentos espectaculares, ver el amanecer desde la ventana de la casa después de de esas largas charlas poniéndonos al día con Eva. Disfrutaba sentarme en esa misma ventana a tocar guitarra con el paisaje de la bahía, el Río Gamboa y sus palafitos. Ese domingo que fuimos al río a pasar la caña y saltar en él desde una roca de 3 ms. de altura, visitar el Parque Nacional Chiloé con las gringas Megan y Lauren, la caminata eterna para ver el Puente de las Almas con Aurelie y unas chicas de las tantas personas que alojé en casa haciendo CouchSurfing.

Después trabajando como guía de Pachama by Bus logré conocer el norte de Chile. La bahía de Pichidangui con sus empanadas de mariscos frescos, Coquimbo y La Serena con su hermosa bahía y sus historias de piratas, Punta de Choros con su fauna espectacular: delfines, chungungos, pingüinos y una infinidad de pajarracos. Ciudades como Caldera, Antofagasta y Chañaral donde habitan los sacrificados chilenos que hacen patria con la pesca y la minería.

Conocer la historia de las Salitreras y las Minas de Nitrato en el Desierto de Atacama y conocer los lugares de los que habla Hernán Rivera Letelier en sus libros. Los Pueblos u Oficinas abandonadas cubiertas de sol ardiente, viento y polvo en el medio del Oasis de Tal Tal. Un Oasis de recursos y minerales, no de agua y vida, porque lo que menos hay en esos lugares abandonados es vida.

Los increíbles lugares del Salar de Atacama; flotar en la Laguna Cejar, ver el atardecer en la Laguna Chaxa o en el Valle de la Luna, pedalear a toda velocidad en medio del salar y caminar dentro de Las Cuevas de Sal. Los oasis donde habita la gente como Toconao, Peine y San Pedro, ¡Uff… qué pueblo más encantador!, creo que me enamore de las calles, construcciones, la gente, el ambiente, los paisajes… todo.

Por último Arica la ciudad más alejada de mi Punta Arenas natal, para compartir buenos momentos y surfear con mis amigos Liam y Lewis. ¡Muchas gracias!


De la fría Patagonia, mi Punta Arenas la ciudad más al Sur de Chile, hasta el Norte Grande, Arica la ciudad más al norte. Tengo el agrado de saber, ahora, que tenemos un país increíble, con paisajes que no le tenemos que envidiar a nadie. La Cordillera de los Andes, el Océano Pacifico, el Desierto de Atacama, El Archipiélago de Chiloé. Todo eso junto con la gente, que a pesar de todos los problemas, el esfuerzo y el sacrificio sigue siendo feliz y cordial con el viajero. Lo que hace nos hace un país es la gente. No creo en las fronteras, limites y banderas, pero si en la identidad y la cultura de las personas. La gente cálida en el frío del sur de Chile, la gente amable del campo, la picardía de la gente del puerto, la gente sacrificada del desierto, los extranjeros que se enamoran y se quedan en estas tierras. Esas personas son los que hacen a Chile… ser Chile.

viernes, 29 de noviembre de 2013

La música está a nuestro alrededor, sólo tienes que escuchar

Creo que todas las personas tienen su propia gracia, su propia ñoñería y su propio ambiente para desenvolverse. Hablando de la música, algo que me toca profundamente. Si más bien no tengo la suerte de ser un músico, siempre me he rodeado de amigos que si lo son ó son un gran fanático de la música.
Siempre he pensado que la música te transporta en espacio, tiempo, estados de ánimo. La música te inspira, te despierta y a veces te duerme. Así es en todo orden de cosas, para el pintor son la pintura y los colores. Para el Fotógrafo es la luz, el paisaje, la imagen capturada de un click en un momento especial en el tiempo. Para el Poeta son las palabras, la gente y la cotidianidad.

Envidio un poco al escritor de verdad, al poeta que conoce las palabras, el vocabulario o la metáfora exacta para expresar sus sentimientos. Pero también envidio al artesano que crea y revive la cultura. O el carpintero u obrero que termina una obra. Porque eso es lo que hace en su trabajo una obra, como una pintura, una escultura, una pieza teatral, un concierto.

La música está en todo momento mientras pinto con colores desgarrando el tranquilo blanco del papel o una tela. Modificando el estado de las materias, mezclando pigmentos que no se conocían antes, en ese momento me gusta escuchar un buen rock pesado y fuerte que me saque de mi constante modorra.
O cuando combino colores en armonía, en tranquilidad, en paz me gusta escuchar al tranquilo, una melodía con sonidos agradables. Uniendo el ritmo de una guitarra, con el orden que da e bajo y una batería que a veces es guía de los compases, pero otras veces como en una improvisación de jazz parece ser caos puro y total. Si a eso le agregas algún instrumento fuera de lugar o que de alguna forma sale de lo normal como un buen scratch o un acordeón, quien no se inspiraría a crear alguna obra. O quien no querría abrasar a un ser querido solo por abrasarlo. O quien no querría azotar la cabeza con fuerza al ritmo o saltar hasta quedar si aire en un buen concierto.

Suelo detenerme en medio de la gente a sacarle el rollo, en el centro, en una plaza, en un parque, en el metro escuchando una nueva canción con mis audífonos en mi MP3. Suelo mirar a la gente pasar, el hombre de traje apurado casi corriendo, los amigos que pasean riendo, los enamorados que se besan sin parar por más de 45 minutos, el anciano que a pesar de quizás no tener mucho tiempo tiene toda la calma del mundo y no tiene apuro ni repara en sentarse cansado a tomar un helado o arrojar migas de su comida a las palomas, al comerciante haciendo su negocio, al trabajador que todos los días se queda dormido rumbo a su casa para poder llegar a descansar después de un agotador día de mierda, al estudiante sin preocupaciones que aprovecha cada momento de su vida, o a la chica guapa que sabe que los hombre se da vuelta a mirarla o piropearla pero pasa inmune a sus encantos, y se arregla en casa para verse bien especialmente para mover las hormonas de quien la mira.

Envidio al Psicólogo, al Antropólogo, al Asistente Social y a esas  personas que tienen las herramientas para comprender a las personas. Yo percibo baste bien a la gente sólo que no sé cómo interpretarlo. Me gustaría poder explicarlo en palabras como el escritor, en una canción como el músico o en una pieza de arte como el artista. He intentado con la música, pero lo mío no es los instrumentos, y más que los instrumentos las melodías están en mi cabeza y las siento día tras día pero tampoco puedo interpretarla. También he intentado con la pintura ó como lo hago ahora con mis garabatos sobre el papel me siento más o menos interpretando lo que siento. Sé que no soy ni músico, ni pintor, ni poeta, ni sicólogo, ni asistente social, ni obrero. Pero soy un poco de todos.

Disfruto las cosas que me entrega la vida, sufro constantemente, casi todo el tiempo se me rompe el corazón, varias veces al día. También lloro, poco pero no me retraigo cuando las emociones son realmente fuertes. Pero también soy feliz muchas veces al día y disfruto de todos los sentimientos; la alegría, la pena, la nostalgia, la desolación, la excitación, el tacto… uff, el tacto, es algo muy importante en nuestras vidas, ya escribiré sobre eso en algún momento, cuando tenga más claro que es lo que me pasa con el tacto. Bueno el dolor es el sentimiento que mas me cuesta aceptar, no sirvo para masoquista. El frio y el calor… en fin todo.


Soy un maldito sentimental y no me da miedo decirlo. Me gusta mirar a los ojos a los que me rodean porque así puedes llegar a conocerlos de verdad. Aunque es peligroso mirar siempre a los ojos, hay que hacerlo pero no obsesionarse, todos los excesos son malos. Si miras demasiado a los ojos de alguien lo puedes a llegar conocer profundamente, luego lo entiendes, luego lo llegas a querer y con un poco más de tiempo, si miras realmente a los ojos de una persona es muy probable que te enamores de ella.

Los sentimientos son mi ñoñería, la alegría de compartir con los amigos una cerveza o su buen porro, también me gusta estar solo y disfrutar con los pies dentro de la piscina y luego tirarme un buen chapuzón. Sentir el agua fría una tarde de calor. Desayunar al aire libre o leer un libro en un parque, jugar ping-pong y andar en bicicleta a toda velocidad entre los autos o en una larga bajada. O como ahora echarme a escribir en mi cuaderno en pelota sobre la cama con la ventana abierta sintiendo la brisa en mi piel, o sentir el agua caliente de la ducha que te limpia de un día largo. Sentir un trozo grande ajo o un grumo de café que no se disolvió bien. Y el helado que se derrite en tu boca o las burbujas de una gaseosa fría (Kem Piña o Limón Soda de preferencia) que bajan por tu garganta des pues de comer algo picante o de haberte fumado un buen cañito, con la boca seca. O Comer un chocolate que se deshace en tu boca y tomar un vaso de agua fresca. Despertar abrasado de tu compañera desnuda, que aunque te babea el hombro y no tiene la mejor cara por la mañana, está ahí contigo y te acompaña y te da calor. Sentirla junto a ti e inconscientemente sentir el deseo de acariciarla y volver al ruedo otra vez a pesar de estar recién despertando o estar cansado por la noche anterior. Sentir la nostalgia de los buenos momentos que pasaste y nunca se repetirán. Sentir la pena de saber que ciertas personas por diferentes motivos ya no están en tu camino. Saber que algún ser querido dejo este mundo para siempre ó que l apersona que querías o amabas ya no es especial como antes o ya no te quiere a ti. O darte cuenta que alguien con quien quieres compartir otra vez un buen momento de alegría y pasión no esté cerca para hacerlo. Sufrir los golpes difíciles que te dan la vida y la cotidianeidad en el trabajo ó en la sociedad conformista que cansa. Ver el abuso de las personas  sin escrúpulos.

Todos estos sentimientos son la vida, te lastiman, te ayudan, te alegran, te ayudan, te enseñan, te hacen ser menos confiado, te preocupan, te sorprenden a veces. Todas esas cosas son sentimientos y los sentimientos son como la música que está en todas partes alrededor, sólo tienes que escuchar.


MACC.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Una Hoja en el Rio


Vengo de una familia unilateral, donde por parte paterna no tengo muchos contactos salvo por algunos tíos y primos que a pesar no vernos en mucho tiempo, siempre existe la buena onda. Por el otro lado, el lado materno "Somos los Carmona" xD... todos muy unidos y siempre al tanto de las novedades de la familia.

La mayor parte de ésta familia con la que he crecido son gente que si bien trabajó o está ligada de alguna forma a las fuerzas armadas, ya sea militar, marina o FACH. Mi madre, mi padre y casi todos mis tíos (sus hermanos) mas cercanos pertenecieron o se ligaron a alguien que pertenece a alguna rama de las fuerzas armadas. Por ese motivo mi familia es de costumbres mas bien convencionales, pero afortunadamente mis pares de la misma generación; mi hermano y mis primos (que son muchos) ninguno salio amante de las fuerzas armadas, pero si están criados a la manera tradicional, crear tu familia, tener tu casa, estudiar una carrera, establecerse en un lugar y crecer ahí mismo.

Bueno, en mi caso yo ya hice todas esas cosas, estudié y saqué mi título, que de muy poco me sirve ahora; estuve casado, aun lo estoy de hecho; forme mi familia, tengo una hija preciosa que adoro; mi casa, un trabajo estable, etc. etc. etc. Pero por las vueltas de la vida ahora estoy sólo buscando que hacer por la vida.

La gente se preocupa mucho de cumplir sus metas, y los que te quieren se preocupan mucho al ver que uno no está en el mismo plano. He recibido todo tipo de comentarios y consejos de mis seres mas queridos. Todos creen tener la razón, y todos quieren que hagas eso que creen es el camino correcto. Ahí es donde a veces me tengo sus diferencias al tratar de hacer entender a la gente que quiero, que yo estoy parado justo donde quiero estar parado.

"Soy como la hoja que cayó del árbol sobre el agua del río y me dejo llevar por la corriente", porque después de haber tenido una vida diferente, recta y correcta según los cánones de establecidos por la sociedad en que vivimos... aprendí una cosa muy importante en mi manera de pensar, y lo he comentado ya en entradas anteriores de éste blog... "La felicidad no es sólo llegar a la meta, sino también el camino para llegar a esa meta". Y es así como vivo ahora "Carpe Diem, On Fire".

Tampoco es la locura, pero si voy resolviendo mis problemas a medida que se me presentan, lo bueno es que tengo pocas responsabilidades, solamente responder a mi hija que está lejos y sobrevivir el día a día. Y a medida que se presentan las oportunidades ir eligiendo que camino tomar o a ver donde me lleva la corriente. Siempre esperando que me lleve a un lugar nuevo y con nuevas oportunidades, quizás en ese destino incierto encuentre un lugar donde establecerme como base de operaciones y seguir viajando hasta que aparezca una nueva base de operaciones... no estoy cerrado a nada, siempre dispuesto a descubrir, conocer, aprender y crecer. Conocer gente es lo primordial, me encanta y lo paso muy bien conociendo nuevas historias, por eso me gusta trabajar en los hostales, porque son historias muy interesantes que vienen del otro lado del mundo, y me he hecho muy buenos amigos en estas experiencias.

Las relaciones humanas siempre han sido una gran motivación y un interés muy grande en la vida y creo que es la mejor forma de aprender, de experiencias externas de los que te rodean, y también de la T.V. obviamente... :D. Nunca cerrar los ojos a algo diferente y tener la mente abierta y la disposición a nuevas aventuras es lo que me guía, mas bien estoy a la deriva en un río con infinitas bifurcaciones y torrentes.

MACC.

sábado, 25 de mayo de 2013

Tiempo desperdiciado... No lo creo

Últimamente tengo la idea de que las cosas que vivimos, son eso exactamente... la misma vida.
Y mas importante que llegar a alguna parte es el ir a alguna parte. No se si se entiende, lo planteare de otra forma...
El camino que lleva a donde quieres ir, es tan importante como el lugar en si mismo. Siempre nos intentamos poner metas a lograr y la mayoría de las veces hacemos todo para poder alcanzar dicha meta o logro... pero el problema es que estamos tan enfocados en llegar a la meta que nos despreocupamos de las cosas que hacemos día a día.

Éste ultimo tiempo en el cual no me he propuesto grandes metas, ni he buscado incansablemente un final o algo que me haga dichoso, feliz o completo en algún ámbito. Me he sentido muy bien y he aprendido mucho sin tener la intención de ser alguien mejor, ni mas completo o desarrollarme como persona, profesional o pareja ni nada por el estilo... se podría decir que he sido feliz por un buen tiempo... ¿Será que soy muy positivo? bueno antes no lo era.

Entendiendo que la felicidad no es algo que se busca, ni se obtiene por tener mas adquisiciones materiales,
llegar a donde querías llegar, sobresalir en alguna situación, terminar tu carrera, ascender en el trabajo o fortalecer tu relación de pareja con algún compromiso. La felicidad no es llegar a la meta. La felicidad creo yo es un momento, es ver un hermoso atardecer, es disfrutar una buena película, es abrasar a alguien que amas, compartir con los amigos o un buen desayuno con alguien que quieres, aprender algo nuevo, leer un buen libro... uff!! tantas cosas... hasta comer un chocolate (Golden Nuss de preferencia), bueno a mi eso me hace feliz... para el resto pueden ser otras cosas.

Si pongo algunos de mis ejemplos podría nombrar la carrera que estudié, que al fin de cuentas me sirve como para poder trabajar fácilmente  seguramente podré encontrar trabajo como diseñador gráfico en cualquier parte, pero es un trabajo que no me agrada, no me llena, no me hace feliz... Podría decirse que estudiar diseño gráfico fue tiempo perdido, pero la verdad es que no... tengo muy buenos amigos que estudiaron conmigo... colegas!! muchos de mis amigos son también diseñadores gráfico... competencia tambien!! ...el tiempo que pasé estudiando tengo muchos recuerdo de momentos y experiencias que si lo
pienso bien me hicieron feliz... lo aprendido, la semana pichona, los carretes, los trabajos hasta tarde, los días sin dormir, etc. etc.

Otro ejemplo mas heavy quizás  Haber tenido una relación larga y haberme casado... para luego separarme, también me dejó mucho momentos felices y muchos recuerdos buenos y malos. Pero la verdad agradezco esa experiencia... en algunos momentos de esa etapa de mi vida dije una frase muy cierta y que es la razón por la que me inspiré a escribir este post, y voy a terminar con esa frase... patience!

Así que les digo a todos uds. que leen esto... no se olviden de disfrutar aquellos momentos... y de los momentos malos saquen la experiencia y continúen caminando, aunque cambien el rumbo... no les digo que no se esmeren en lograr algo, eso es de flojos, Mas bien les digo que disfruten el camino para llegar donde tengan que llegar...  dense tiempo en conocer a quienes los rodea sin prejuciar ni juzgar a nadie y también para conocerse uds. mismos... háganse reír... háganse felices.

Para finiquitar el tema... yo pase por malos momentos como todos hemos pasado, hubo mucha gente que me ayudo bastante otros me ayudaron un poco y después ya no... otros que fui conociendo y me ayudaron a limpiar mi corazón sucio a todos uds. muchas gracias! ...les estoy completamente agradecido. Porque después de haber pasado por esos malos momentos me ayudaron de alguna manera a recuperarme... logre disfrutar en pleno la "Experiencia Lili Patagónico´s" como le llamo yo a mi estadía en Puerto Natales, conocí mucha gente nueva que termine queriendo bastante, unas mas que otras... por supuesto ma cheri!! ...y ahora estoy disfrutando lo que quizás me hace mas feliz en la vida.... pasar tiempo de calidad con mi hija, dormir cada día con ella y recibir su afecto sin siquiera tener que pedirlo... ahora mientras escribo y me fumo un par... bueno su par de pares de cigarrillos a las 5 AM. mientras ella duerme... y miro por la ventana en un pueblo pesquero donde no hay tendido eléctrico en la única calle que lo cruza... con un cielo despejado viendo la luna y cada una de las estrellas reflejadas en el mar... ¿Cómo no voy a decirles en este momento de regocijo?
"¡¡Si alguien me pega un tiro y me mata ahora... muero feliz!!"

MACC.

jueves, 11 de octubre de 2012

Los Conejos

Hay tantas cosas que te dicen en la vida para que seas mejor persona o te vaya bien en la vida... se bueno, estudia, consigue un trabajo, no hagas esto, haz esto otro, etc.

La primera que se me viene a la mente es cuando tuve una charla padre-hijo, con mi padre obviamente, y el consejo que me dio él fue el siguiente: "Primero, piensa en ti; segundo, piensa en ti; tercero, piensa en ti y cuarto, piensa en ti... después es en tu familia, amigos y el resto" en ese momento lo encontré demasiado egoísta para mi, una persona que solo sabe entregar y lo ultimo que hace es pensar en mi mismo. Bueno con el tiempo eso ha cambiado un poco... un poco bastante creo, después de haber entregado todo por algunas personas, familia, amigos y otras tantas personas de las cuales no he ganado nada, salvo quizás la experiencia. Creo que ya me gaste de entregar solo queda una persona digna para poder darle todo lo que tengo.

Otro consejo para recordar de mi jefa de carrera, porque si estudié una carrera por hacer lo correcto en la vida y tener un titulo y todo esa basura... ella me dijo que era bueno en lo que hacia, pero que debía cambiar mi apariencia y ser algo así como un personaje con humita y suspensores, algo muy parecido a los Hipsters o esos Pokemones Visual que les gusta el JPop, una especie de bicho raro... como el hijo de Florcita Motuda con Marillyn Manson, en fin nunca me intereso mucho la apariencia, aunque con el tiempo he terminado siendo una especie de personaje con mi pelo y mi estilo sin estilo de vestir. Siempre he creído que la apariencia es lo menos importante sobretodo si eres bueno en lo que haces.

Así otros tantos consejos que para mi no tenían sentido, pero no significa que no sean útiles para otras personas, al final como en algún momento me dijo mi socio y amigo Beca: "Todos tienen una opinión distinta y todos creen tener la razón" y es verdad lo que que opina una persona esta forjado como el hierro y es la verdad de su propia razón y es muy, pero muy difícil cambiar una idea de la cabeza de una persona, por eso es lindo ser un individuo... porque nadie ha vivido ni ha sentido exactamente lo que el otro.

La mayoría de los consejos útiles los he tomado de mi mas grande maestro... el cine, cosas como "Ser siempre uno mismo", "Lo mas importante es la comunicación", "A veces dejar el orgullo atrás y decir lo que realmente sientes", "no desperdiciar el tiempo con alguien que en verdad no te valora tanto como tu crees" esa fue en una películamamona que vi hace hace un par de días "500 días de Summer" o algo así es la traducción. Son cosas que para mi son reales, pero quizás para el resto de los mortales son puras patrañas.

So, diga lo que diga el resto, uno debe ser consiente en un par de cosas: los consejos y opiniones del resto son solo una visión distinta con otra perspectiva y solo uno mismo sabe realmente que hacer o como resolver los problemas propios. Y a la hora de decidir simplemente ser consecuente con uno mismo y sin daños a terceros, si es posible.